La robótica puede usarse para realizar miles de cosas, pero uno de los usos más normales, puede llegar a ser la seguridad. Existen diversos robots dedicados a este fin, desde los drones controlados a miles de kilómetros de distancia, a pequeños autómatas de vigilancia, como este Rotundus GroundBot.
Tiene forma de un balón de color negro con dos cámaras montadas en su estructura, que lo hace bastante interesante, ya que además, es muy sencillo de manejar desde manera remota y también porque se adapta a cualquier tipo de terreno, puede rodar por una carretera, arena o incluso flotar en el agua. Funciona mediante un motor eléctrico muy poderoso que hace girar esta gran rueda, con control de estabilidad para que los laterales, donde están instaladas las cámaras siempre se encuentren de manera recta, logrando captar un amplio campo de visión, desde dos partes. La empresa que lo diseña y fabrica es la sueca Rotundus.
El concepto original fue desarrollado por la Agencia Espacial Europea cuando buscaba un vehículo de exploración para enviar a Mercurio, es por eso que tiene la capacidad de operar en la mayoría de terrenos como nieve, hielo, lodo, arena e incluso flotar en el agua.
GroundBot tiene 60cm de diámetro y puede llevar 2kg de carga útil (es decir, cámaras y sensores) a velocidades de hasta 10 km/h. A bordo las baterías pueden mantenerlo funcionando durante un máximo de 16 horas. Tiene las capacidades de visión para un ángulo 360 grados, visión nocturna, micrófonos, altavoces y sensores específicos para la inspección de sitios peligrosos (radioactividad, gas, humedad, fuego, material biológico, etc).
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